jueves, 21 de agosto de 2008

Tiempos de escucha y aprendizaje para un mejor destino del poblador amazónico y de la nación.

Tiempos de escucha y aprendizaje para un mejor destino del poblador amazónico y de la nación. 21/08/08


Por: Matías Pérez Ojeda Del Arco.
Estudiante de Ciencias Forestales - UNALM


Durante los famosos y clásicos vientos de agosto, no vuelan ahora solo cometas coloridas sobre cielos limeños, sino reclamos provenientes de las mas caudalosas venas de la amazonia, de las siempre maltratadas y mancilladas voces de los Pueblos Indígenas, quienes ahora y con más fuerza que nunca, reclaman ante un Estado Peruano incoherente, la justa participación y respeto a sus derechos establecidos y a la no implementación de políticas excluyentes que para nada buscan la construcción de un desarrollo integrado para el total de la nación peruana, tan fragmentada y seculada a través de la historia, pero con ejemplos hoy en día de resistencia concisa y con la esperanza para nada utópica de grandes cambios.
Encontramos comentarios vertidos de toda índole, verdades muy ciertas y necesarias de ser debatidas, entendidas e interiorizadas puesto que como forestales y peruanos, el tema nos debería mas que incumbir. Dejando muy en claro, el consenso expresado a la censura de la posible violencia practicada por cualquier grupo humano en las manifestaciones de estos días de Agosto o como las que acaecieron en el Paro Amazónico a inicios de Julio en Puerto Maldonado. Sin embrago hay algo detrás de todo esto y no podemos dejarlo pasar por alto, incluso, dando a pensar que ya no es meramente la propia acción de nuestra voluntad la que nos motiva a reflexionar, sino mas bien el eco de un clamor unido, fortificado - organizado y fundamentado desde ya hace mucho tiempo atrás, proveniente hoy por hoy, de los principales actores de las primeras planas de los diarios de circulación nacional. La causa tan escueta y tan complicada a la vez: el mero olvido y el famoso baile del desencuentro celebrado entre sociedades que comparten en un mismo espacio mega diverso en todas sus concepciones y, orquestado por intereses hasta ahora poco comprensibles para la gran mayoría de pobladores amazónicos. Intereses radicalmente exóticos a las realidades naturales y culturales, los cuales se pretenden implementar a la fuerza de manera simplista, tal cual juego de naipes dirigido desde la casa de Pizarro. Ejemplos ¿recientes?: El escandaloso otorgamiento de concesiones para reforestación en zonas de bosques primarios durante el mes de abril del 2007. La subasta de 19 lotes petroleros organizada por Perupetro en Julio del año pasado, de los cuales 7 se hallaban superpuestos a Reservas Territoriales (creadas y propuestas) para Pueblos en Aislamiento Voluntario (PIAV). La puesta en el horno de las ideas presidenciales para el devenir de la nación en su debut de columnista dominical con “El Perro del Hortelano” a fines del año pasado, en el cual a manera de síntesis, se satanizaba la falta de disposición y apertura de ciertos sectores llamados comunistas del siglo XIX, fanfarrones de pueblos indígenas y medioambientalitas. Decretos leyes como el 1015 y 1073 pronunciados en Mayo-Junio me parece, desprestigiando y contradiciendo lo que el mismo Estado reafirma tiempo atrás, sacándole así la vuelta al marco jurídico como el Convenio 169 o la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas de Setiembre del año pasado, con la finalidad de implantar un paquete de normas que moldeen los recientes Tratados económicos celebrados por nuestra flamante ministra. Hoy en día y, sin alejarnos del problema macro, vivimos a la postre de lo que pueda definir el Tribunal Constitucional o el Congreso de la Republica con una nueva Ley Forestal que salió antes de que cantara el gallo, pretendiendo cambiar esquemas, concepciones y porque no, la principal causa, las inversiones en el país.

Es más que comprensible el descontento del poblador indígena, ya que si partimos de las 2 opciones que barajó Marc Dourojeanni a la hora de pensar allá por 1975 en “La nueva estrategia para el desarrollo de la Amazonía Peruana”, la compleja dicotomía de el querer una amazonía prioritariamente para el bienestar de los peruanos que viven en ella o como se ha dado desde la colonia, una amazonía peruana prioritariamente para el bienestar de todos los peruanos, el poblador indígena, en cualquiera de los dos casos, realiza hasta ahora el baile de los ninguneados.
Se debe dejar en claro que no se trata aquí de negar el desarrollo a nadie, de prohibir la inversión, es más que seguro que las poblaciones indígenas son las que estén puedan estar clamando por eso, puesto que ya han sido a lo largo de la historia incorporados a modelos mercantilistas obligados y dejados a su merced. Se trata más bien ahora de PARTIR de sus necesidades y con ellos mismos imaginar, crear, idear su propio desarrollo y no pues uno impuesto desde algún café de la capital sin previa CONSULTA a los principales actores del espacio en cuestión. En otras palabras, porque en vez de proponer la inversión ligada a un paquete de opciones estándares de “interés nacional” como Elais guianensis y Jatropha curcas, no poder aprender primero e invertir en el conocimiento ecológico tradicional de estos pueblos. Ejemplos: La segunda semana de junio el Gobierno Colombiano creo El Santuario de Flora Plantas Medicinales Orito Ingi-Ande (en lengua Kofán: Nuestro territorio). Los fines: investigación y desarrollo de la etnofarmacología, ejemplos de manejos comunales de bosques tropicales, huertos familiares productivos, ecoturismo, y una larga lista de etcéteras.
Tampoco, no es de que tarde o temprano los pobladores indígenas vendrán a clamar ayuda, SOS, puesto que tienen tierras en las que no pueden o saben hacer nada. ¿Nada?. Es precisamente aquel paradigma arcaico, el que muchos de nosotros deberíamos hacer el esfuerzo de cambiar. Atrás de una mera pampa vacía para nosotros, un feo y enmarañado bajial, una purma desierta o el mismo bosque sin intervención, es vida y cultura para la gente amazónica. Forest Trends en el 2002 en Who owns the world’s forests, hace hincapié en que 60 millones de indígenas dependen esencialmente del bosque, y 400 a 500 millones de personas de manera directa de los recursos forestales para su supervivencia. Si vendrán estos pueblos a clamar ayuda (como lo han venido haciendo), será ante el avasallante acorralamiento por los modelos asfixiantes y poco o nada integradores en cuanto a desarrollo como perspectiva de Estado. Tal es el triste caso de los Ayoreo en Santa Cruz de la Sierra y por lo menos una decena de pueblos indígenas más en la cuenca amazónica. Y de ninguna manera se trata de encapsular y prohibir, siendo aquí uno de los grandes problemas la educación, sin embargo poco o nada se puede esperar de un programa educador homogenizante, donde niños Machiguengas o Huitotos tengan que aprender en una lengua que no es la suya através de textos escolares pensado para realidades distintas, siendo entonces, esencial la urgencia de replantear esa educación que queremos conceder, partir pues de las propias cosmovisiones, esa educación poder involucrarlos mejor al occidente (si es que ya no lo están del todo) y aprovechar pues las inversiones de recursos de manera cabalmente conjunta.

Por ahora y cerrando filas, en el caso nuestro como forestales (como se ha venido haciendo en conversatorios y el próximo taller a realizarse en la UNALM sobre la Nueva Ley Forestal) podemos ir reclamando políticas y reglas que no se presten a dobles interpretaciones por los valores económicos, sociales y ambientales involucrados, además de demandar propuestas profesionales, técnicas y éticas para el buen manejo de nuestros bosques y el desarrollo integral del país y no de unos pocos.

sábado, 16 de agosto de 2008

"Santuario de Flora: Plantas Medicinales Orito Ingi-Ande"

El Gobierno colombiano declaró hoy como área protegida el "Santuario de Flora: Plantas Medicinales Orito Ingi-Ande" en el suroeste de Colombia, cerca de la frontera con Ecuador.El ministro de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Juan Lozano, aseguró que declarar como santuario a esa región es un paso importante que contribuye a la "conservación del patrimonio inmaterial de los colombianos, en beneficio de las futuras generaciones".Esa zona, dijo, es la única en el mundo que se crea para preservar el patrimonio inmaterial porque el conocimiento que poseen las comunidades indígenas que la habitan es transmitido de generación en generación y, al interactuar con la naturaleza, garantizan la salvaguardia de la biodiversidad cultural y natural.El Santuario de Flora "Plantas Medicinales Orito Ingi-Ande" coincide con los territorios de la comunidad indígena de los Kofanes.Está ubicado entre los municipios de Orito (departamento de Putumayo) y Funes (Nariño) y tiene unas 10.204 hectáreas."La declaratoria marca un hito, ya que armoniza el enfoque occidental de conservación de biodiversidad con el manejo tradicional e integrado de la cosmovisión del pueblo indígena Kofán. Ellos poseen costumbres y tradiciones del uso y manejo de las plantas, para lo cual necesitan de estos territorios para su supervivencia", añadió Lozano.El nuevo parque, para cuya protección se recibieron recursos de la embajada de Holanda, de la Fundación Gordon and Betty Moore y Amazon Conservation Team, se integra al Sistema de Parques Naturales de Colombia, convirtiéndose en el área protegida número 54 en este país.

sábado, 31 de mayo de 2008

Transmitiendo el mensaje de los guerreros del pueblo Jíbaro frente al D.L. 1015

Fuente: wwws.servindi.org
Por Gil Inoach Shawit*
¡Vaya, pero que tal sorpresa! El Gobierno de Alan García acaba de dar una estocada de muerte a las Comunidades Nativas con el Decreto Legislativo 1015. No salgo de mi asombro de lo que un “partido del pueblo” como el APRA, que enarboló la lucha revolucionaria indoamericana en más de seis décadas con el liderazgo de Víctor Raul Haya de la Torre, ahora se ponga en el derrotero de la política híbrida del neoliberalismo ortodoxo, liderado por Alan García, en contra de la población pobre y marginada.
Pero que lindo álgebra jugó Alan García para distraer a la opinión pública que estaba atenta a escuchar algo de su Presidente en la Cumbre de América Latina y el Caribe - Unión Europea realizado en la primera quincena de mayo.
Debo confesar que algo creí del Presidente García cuando juramentó al Ministro de Ambiente en la sede del evento en una muestra mostrar al Perú como uno de los países preocupados por el medio ambiente y los efectos del cambio climático. Sin duda, a los jefes de Estado y de Gobierno presentes los dejó sorprendidos, y a muchos de ellos les debió cruzar por la mente emular el ejemplo del país anfitrión. El Presidente del Gobierno Español, fue uno de los cercanos admiradores del discurso del Presidente García, por su oratoria y elocuencia.
García, propuso crear un fondo que contribuya a la forestación de las áreas depredadas con un impuesto de 0.5 por ciento aplicado a la venta de hidrocarburos, e hizo un llamado para no comprar más armamentos y seguir destruyendo con cañones la carne humana. Fue, al parecer, un discurso a la altura de un señor muy sensible con la diversidad biológica y del valor humano existente en el planeta llamado tierra.
Yo seguía pegado a la televisión con el sabor de nuevos tiempos de reflexión, con mucha esperanza que los resultados de los grupos de trabajo de pobreza, cambio climático y desarrollo sostenible, contribuyeran a la adopción de políticas sociales inclusivas, con mayor respeto a los bosques de la amazonía y al derecho de los pueblos indígenas.
Con la promulgación del DL 1015 recién puedo comprender que todo ese discurso y el juramento manifiesto al nuevo ministro tenían objetivos preconcebidos: crear un clima de tranquilidad, sensible con el medio ambiente y los problemas de exclusión, sólo de cara hacia los gobernantes presentes, para hacer creer que su gobierno inspira paz y democracia, para de esta manera ocultar que tenía bajo la manga un plan nocivo en contra de los más marginados del país, los pueblos indígenas y la población campesina.
No hay duda alguna que el Presidente sonrió cuando sus asesores legales le dieron salida al propósito del APRA de justificar legal y sistemáticamente la disolución de las comunidades campesinas y nativas.
Los bosques que ocupan las comunidades indígenas son ricos en biodiversidad, las vertientes de las aguas más puras de la amazonía están en las cabeceras de los ríos y quebradas ocupados por los indígenas, las riquezas del suelo y del subsuelo están también en territorios comunales, etc. ¿Quiénes pretenden apoderarse de estas ricas tierras y para qué fines, sino los provenientes del interés que tienen los poderes económicos?
Pese a la alerta de expertos que sostienen que promover el desarrollo de los biocombustible, sin medida preventiva alguna, puede traer más hambre al mundo, las tierras amazónicas están en la mira de los grandes inversionistas para fomentar estos tipos de cultivos.
Las empresas no son partidarias de trabajar la tierra en asociación con los campesinos e indígenas. Ellos quieren tener sus propias tierras para invertir y garantizar su rentabilidad con una ley que les de estabilidad. Y qué decir de las empresas que se proponen invertir en la madera y en la captura de carbono como futuro negocio.
No es de extrañar que el agua de la amazonía también esté en los paquetes atractivos de negocios del futuro y se esté analizando la forma de engañar a la población para sacar leyes a zarpasos. Se sabe que los que poseen aguas serán blancos de despojos forzados porque estudios meticulosos han determinado que el tope de la escasez del agua tendrá como año límite el 2025.
Para los que conocen la situación de la tala ilegal en la amazonía y de la forma cómo los madereros consiguen licencias a nombre de las comunidades saben de qué manera el DL 1015 va a surtir efectos negativos en la población campesina y nativa.
Las comunidades nunca están de acuerdo con las condiciones que establece el patrón maderero. Para evitar esta traba, el interesado entra en una comunidad regalando ropa usada, utensilios de cocina, herramientas de trabajo, alimentos, frazadas y reparten dinero, haciendo que cada comunero firme por la recepción del producto.
El comunero firma sin cuidado y estos datos luego son convertidos en Acta de la Asamblea comunal con una pericia especializada de montaje. Listo, el contrato de extracción forestal está hecho. Cuando la comunidad pretende ejercer su derecho con una reacción tardía, se les amenaza que deben pagar por los productos recibidos y así, progresivamente el maderero llega a apropiarse de títulos de propiedad de las comunidades.
Gestionan el registro único del contribuyente (RUC) y guías a nombre de la comunidad. Y con estos papeles ,aparentemente formalizados, los madereros hacen el negocio de sus vidas, con el visto bueno del Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA).
Así llegan a elaborar el Plan de Manejo Forestal y el Plan operativo Anual (POA) con la acreditación del poder que obtienen de la comunidad, bajo engaños, y con esos documentos el maderero extrae la madera y también “lava” la madera.
Meses después salen los problemas cuando la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT) notifica a la comunidad por supuesta evasión tributaria. Luego viene el INRENA y sanciona a la comunidad por incumplimiento y transgresión de los términos establecidos en los POA. Para el Estado, todo es legal, así un documento salga con firmas falsificadas con tal que cumplan los procedimientos establecidos, el patrón siempre tiene la razón.
El DL 1015 está ampliando las puertas para que estas prácticas se multipliquen. Es probable que los madereros que tienen títulos de las comunidades con poder fabricado, puedan tranquilamente registrar a su nombre las tierras comunales en los Registros Públicos y la comunidad nunca se de cuenta, hasta cuando les llegue alguna notificación. Con esta modalidad no hace falta ser abogado como para darse cuenta que se producirán cantidad de suplantaciones de propiedades.
¿Con qué mecanismos piensa proteger el Estado a las comunidades indígenas cuando se produzca el tráfico de tierras con la suplantación de propiedades, si está demostrado que ni siquiera puede controlar el tráfico ilegal de madera?
¿Con qué instrumentos pretende el Estado peruano controlar la situación cuando las comunidades se enfrenten contra los traficantes de sus tierras?
¿Con qué medios eficaces pretende el Estado controlar la situación cuando alguna comunidad decida desintegrarse y parcelar sus tierras por familias, pero luego se dan cuenta que ninguno cede las áreas de dominio cuando necesiten cubrir sus necesidades básicas y por eso lleguen incluso al extremo de matarse entre ellos?
Señor Presidente, ¿usted ha decretado una Ley justamente por que quiere que las comunidades acaben matándose? ¿No se ha puesto a pensar que la medida atenta contra la estabilidad democrática del país?.
Pero no solamente usted está buscando una crisis social, sino, que está desafiando los tratados internacionales como es el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
El Estado tiene compromisos internacionales para proteger a las minorías étnicas bajo una Ley que proteja sus territorios y sus formas sociales y culturales de vida. Sin embargo, el pretender que los comuneros dispongan el futuro de sus tierras con el 50 por ciento más uno del voto de los “asistentes” a la asamblea comunal, refleja una astucia, propia de los demagogos que siempre salen ganando con engaños y artificios a la criolla. Lo que el Estado tiene es la obligación constitucional de proteger a estos pueblos. Con esta norma usted está expresando -de algún modo- la ignorancia o el odio que siente contra los indígenas para despojarlos de sus territorios y con esto has desenvainado tu espada para empujarlos a estos pueblos hacia al etnocidio y el genocidio.
Ademas, le has declarado la guerra a los países ambientalistas porque las consecuencias del DL 1015 apuntan al exterminio de los bosques que están en territorios comunales, pues serán utilizados como predios individuales, pasibles de ser vendidos para fines ganaderos o la práctica extensiva e intensiva de monocultivos.
En mi pueblo pasó una historia que puede servir como lección: Teets y Tukup eran dos líderes importantes del pueblo jíbaro. Tukup que era el líder de la actual Provincia de Condorcanqui, región Amazonas, se sublevó contra Teets del actual distrito de Imaza, provincia de Bagua, en la misma región, por que éste no dejaba ingresar a los caucheros hacia el norte.
Ambos líderes se enfrentaron y uno de ellos se rindió con su ejército aniquilado. Eso pasó antes de la primera guerra mundial. Con el DL 1015, estás a punto de generar matanzas entre los indígenas porque habrá gente que instigada por el interés económico se enemistará hasta con su propia gente como ocurrió con aquellos líderes.
La matanza entre indígenas está a punto de darse cuando el Comité para la Formalización de la Propiedad (COFOPRI) ingrese a parcelar los predios individuales. Habrá mayoría de comuneros que defenderán sus territorios, pero como en cualquier sociedad, habrá una minoría que lamentablemente provocará fraccionamientos al interior de la comunidad, generando violencia social. Este será el motivo para que los líderes se unan y desconozcan su gobierno.
De hecho, señor Presidente, los indígenas somos amistosos. Pero esta vez llega el mensaje de la selva para transmitirle que la enemistad la sembró el gobierno, su gobierno. Has tocado el punto sensible de la historia de los pueblos indígenas amazónicos, has trastocado el corazón del pueblo jíbaro, y estos pueblos pelearán hasta el final.
Se prepara un levantamiento pacífico para este mes de Julio en los ríos Pastaza, Morona, Alto Marañón, Bajo Marañón, Santiago, Nieva, Cenepa, Cahuapanas, Potro, Apaga - Yurapaga y se unirán al levantamiento otros pueblos hermanos en las regiones de Loreto, Amazonas, Ucayali, Junín, Madre de Dios, etc.
Como lo hizo el Pueblo Asháninka en 1989, las comunidades del Pichis se levantaron en defensa de su libertad para erradicar la lacra social que sembró el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) y Sendero Luminoso. Esta vez, que no sea el Estado el que pretenda privarnos de esa libertad. Déjennos vivir tranquilos en nuestro territorio.
Si de disputa territorial se trata, el pueblo jíbaro plantea que ya no seguirá siendo una sociedad objeto de leyes excluyentes. El DL en mención ha dado motivo para reclamar nuestro territorio ancestral hoy con más fuerza que nunca.
Los Waimaku y los Kakajam poseedores de Ajutap, me mandan para trasmitirle este mensaje. Estos líderes, apelan a su comprensión humana de ser más sensible con los derechos humanos y colectivos que tenemos los pueblos indígenas. ¡Anule el DL 1015!

Nota:
Lo que dice el DL 1015
Modificase el artículo 10 de la Ley 26505 Ley de la Inversión en el desarrollo de las actividades económicas en las tierras del territorio nacional y de las comunidades campesinas y nativas, en los siguientes términos:
“articulo 10.- las comunidades campesinas y las comunidades nativas deberán regularizar su organización comunal de acuerdo con los preceptos Constitucionales y la presente ley.
Tratandose de tierras de propiedad de las comunidades campesinas y nativas, la regularización del derecho de propiedad se regirá por las siguientes normas:
a) para la adquisición en propiedad por parte de posesionarios comuneros sobre la tierra que poseen por mas de un año, el acuerdo de la Asamblea General de la Comunidad requerirá el voto a favor de no menos del cincuenta por ciento de los comuneros posesionarios con mas de un año. Para los efectos de la adquisición del actual posesionario, la entrega de las parcelas se acredita con el documento extendido por la comunidad a su favor.
b) para la adquisición en propiedad por parte de miembros de la comunidad no posesionarios o de terceros, así como para gravar; arrendar o ejercer cualquier otro acto de disposición sobre las tierras comunales, se requerirá el voto a favor de no menos del cincuenta por ciento de los miembros asistentes a la Asamblea instalada con el quórum correspondiente”.
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* Gil Inoach Shawit es indígena del pueblo Awajún. Fue presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana durante el periodo 1996-2002. Foto superior: Archivo AIDESEP